Proponemos no quedarnos sólo en una piscina, sino ir más allá, y proponer un paisaje, un lago artificial, un oasis entre palmeras que domestique y mejore el entorno urbano. La habitual y trivial solución basada en vasos rectangulares dispuestas de una manera más o menos ordenada sobre el terreno da paso a la libertad y sensualidad de la curva, del mundo natural. No sólo un lugar de baño, también una experiencia especial.
Los vasos lúdicos y de natación se unifican en el centro de la parcela como si fueran un cuenco oval lleno de agua del que surge una singular isla. Una plaza de reunión cubierta de agua. Se accede sin escalones, el usuario puede caminar libremente a medida que se va sumergiendo y el agua cubre su cuerpo; o puede quedarse en la orilla, tumbado tomando el sol, pero cubierto de agua; o tal vez disfrutar de una zona de profundidad media, para juegos o natación sin riesgos; o quizá optar por dirigirse al centro, reservado para los que, tras una primera toma de contacto con el agua, se decidan a hacer unos largos en el vaso de natación, el cual se delimita con corcheras y dos muretes con escaleras.
Los niños tendrán un espacio dedicado únicamente a ellos, independizado de los vasos de adultos para evitar el riesgo de ahogamiento. Disfrutarán de su pequeña laguna, una charca de hasta 30cm de profundidad de geometría ovoidal, con chorros de agua que se elevarán sobre ellos y una pérgola envuelta en una malla metálica que filtrará el sol protegiéndolos a lo largo de todo el día.
Las playas, a modo de gran anillo, envolverán los dos vasos. Dispondrán de suficiente superficie para resolver los recorridos de todos sus usuarios e incluso para albergar a aquellos que prefieran tumbarse con su toalla en esta zona para estar más cercana del agua, acompañados del escenario de costa y playa que nos inspiran tanto las palmeras como las formas de las piscinas.
Alrededor el jardín, una alfombra de césped natural para poder tomar el sol, descansar, correr, saltar, jugar y practicar otros deportes. Los árboles, arbustos y enredaderas se emplazan cerca del perímetro de la parcela y hacen las veces de telón de fondo del conjunto. Y sobre el parque una pérgola, apoyada en ligeros pilares metálicos, que filtrará la luz y nos acompañará aportando sombra durante toda la jornada de baños.
El edificio será un sutil y elegante volumen alargado con una suave ondulación, estando rematado por una cubierta de apariencia flotante en forma de “v” coronada por cuatro prominentes lucernarios. Se emplaza en el costado Oeste, en el flanco más elevado de la parcela, dominando el conjunto. Hacia su parte central el volumen se corta para acomodar el acceso que deja entrever la zona de baños desde el exterior.
En la esquina Norte podremos disfrutar de una cafetería-restaurante tanto en invierno como en verano, momento en el que disfrutaremos de su gran barra curva en el exterior, sus sombrillas y sus grupos de asientos circulares en el césped.